sábado, 29 de enero de 2011

Un dia cualquiera. Un día como todos. Te levantas de la cama y te enfrentas a todo, sin saber si será bueno o malo para ti, ¿qué mas da? lo que importa es que te mantienes en pie digan lo que digan.
Te entretienes en observar a los demás, intentar imaginarte mínimamente como son.
Por un lado están los extrovertidos, los que hablan de todo con todo el mundo, los que intentan ser simpáticos contigo, los que no te juzgan por que realmente no son lo que aparentan y no tienen ningún derecho a juzgarte.
Luego están los tímidos, solitarios... esos que siempre te preguntas: "¿por qué no habla con nadie? siempre está solo... pobrecito..." pero tú no vas a hablar con él/ella, faltaría más. Las personas que realmente no son lo que aparentan tampoco, e incluso no son tan tímidos como parece, solo que les falta un empujoncito que le tienen que proporcionar los que están a su alrededor.
Después están los gilipollas, por que no se les puede llamar de otra forma. Los amos del mundo, los guays, los que no tienen conciencia. Los que están mas solos que la una y lo pagan con todo el mundo. Los que insultan, hacen daño e incluso agreden a los que son más débiles, solo por estar solos; por que en realidad piensan que si él/ella no tiene a nadie, los demás tampoco. Y se dedican a hacer el vacío a las personas más tímidas, y los demás le siguen.
Y lo peor es que no se puede hacer nada. Siempre hay un grupo de ese tipo en cualquier colegio, instituto, ciudad y país. Personas de mierda que a pesar de todo siempre tienen gente a su alrededor para no acabar como los otros.

Y... después estáis vosotros. Tan díficiles de encontrar que incluso dudas de que realmente existan...
Unos más tímidos, otros más extrovertidos, qué mas da... la cuestión es que sois increíbles. Amigos de sus amigos, personas que ayudarían a su peor amigo si éste se lo pidiera.
Y lo realmente importante es que, como yo, nadie os cambiaría por nada...

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